If you are not first, You are last.

Este post fue originalmente publicado en el blog "Ciencias del arte y la filosofia" (no olvides darte una vuelta) con motivo de la celebracio de las primeras 10000 visitas del blog.

Cuando ganas el segundo lugar, realmente ganas el segundo lugar o pierdes el primero?
Siempre me ha parecido curiosa la forma en la que se maneja el obtener el segundo puesto. Para algunos es un mérito, pero para otros no es más que el refejo de nbo haber gando el primer lugar.
Cuando competimos siempre buscamos llegar a ser los mejores, pero siempre habrá alguien mejor que tu. Cuando estudiaba, siempre tuve la tendencia de competir, fui a concursos, gané premios, pero tuve la "maldición" de que siempre eran al segundo lugar. Por más que trataba y trataba, siempre estuve detrás de alguien.
Realmente nunca me intereso destacar, mucho menos competir, si me vi en la necesidad de hacerlo, fue por el impulso que recibí de los demás, pero poco a poco lo fui convirtiendo en mi causa a tal punto que deje de hacer muchas cosas con tal de concentrarme para lograr mis objetivos.
Mi eterno rival fue una chica, amable como solo ella podía serlo. Siempre tan vivaz, nunca le resulto difícil entender las cosas, podría decirse que tenia talento nato para las clases, para las artes y para la música; por mi parte siempre me costo trabajo siquiera el poder agarrar un instrumento. Por motivos escolares, nos vimos forzados a mostrar nuestras capacidades. Yo justo arriba del promedio. Ella una prodigio.
Cualquiera que hubiera visto uno de los muchos "Rounds" que nos aventamos, me hubiera considerado loco por siquiera pensar en desafiarla, pero hay algo que siempre nos motiva a sacar lo que en verdad somos. La primera vez que competimos fui terriblemente humillado, era el resultado lógico, ella siempre fue y estuvo lista para cualquier competencia mientras que yo fui el improvisado que decidió intentar. Un segundo lugar para la primera vez no estaba mal, eso siempre y cuando te concentres en lo que ganaste, pero si te concentras en lo que perdiste; ahí es cuando viene el problema.
La mayoría de los compañeros que tenia en ese tiempo me felicitaron, los otros maestros también lo hicieron. Mis padres, mi maestra e sobre todo ella, se encararon de acentuar el sentimiento negativo. -Perdiste? No me sorprende... -Lo hiciste bien, pero pudiste haberlo hecho mejor. -Fue un gran intento, pero no tenias oportunidad contra mi.
Desde ahí todo lo empece a enfocar mal, llegue a pensar que cualquier lugar mas allá del primero no valía la pena. Pero antes de seguir, que pasa con el tercer lugar? realmente vale la pena festejar el tercer lugar. Por supuesto que si, a la persona que ganó la vi festejar cómo nunca, después de todo, habiendo ganado el tercero siempre es significante, si te hubieras esforzado más no habría garantía de que ganaras algo más.
A partir de mi primero experiencia decidí que ya no estaba dispuesto a pasar por eso, realmente me hicieron sentir menos y por eso juré que si le apostaba a algo, siempre seria para ganar. Empece a filtrar mis habilidades y solo conservé las que realmente podía desarrollar; hacer música? NO, Pintar? NO. Empece a descartar cosas solo después de haber probado una vez.
Ya con el filtro hecho, me avoque a lo único en lo que parecía ser bueno, invertí tiempo y esfuerzo y ni así logre ganar, entonces le quite tiempo a otras de mis actividades hasta el punto en que sel volvió una obsesión el estudiar y entender lo más posible. Hasta que finalmente un día, la razón por la cual empece toda esa cruzada, tropezó. Cualquiera con una obsesión de ganar cómo la que tuve, hubiera aprovechado cualquier situación para lograr su objetivo.
Por ahí dicen "El que con lobos anda, a aullar se enseña", el hecho de haber pasado tantos años con ella hicieron que poco a poco olvidara la competencia y empezara a hacer de ese vorágine, un modo de vida más acorde a lo que realmente era, si bien al inicio solo era para demostrar que podía ganar, con el paso del tiempo se volvió en lo que yo era. Mucho tiempo después ya ni siquiera competía, pero me encantaba seguir leyendo, seguir investigando, averiguar lo más que pudiera sobre lo que me gustaba.
Ella se había encargado de volverme una "mejor" persona. Varios años después comprobé que en efecto ya la había superado, pero ya no importaba, en el fondo, ella siempre va a ser la mejor, de no haber sido por ella no se que tan lejos hubiera llegado.
El resultado. Ahora me interesa ayudar a la gente a avanzar, siempre necesitaremos de alguien que nos ayude a movernos. Ella sin saberlo sembró en mi la filantropía. Filantropía que se oculta detrás de un hombre de expresión dura, que te forzará para que sigas aun si implica que lo odies.
Sean felices, siempre hay un motivo para serlo.

La siguiente semana continuaremos con más programación.
Por ahora es todo, los leo luego.



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